martes, 3 de mayo de 2011

Políticas de fomento de empleo

  Dada la situación de crisis en la que se encuentra la economía española, es de interés conocer las políticas de empleo que se han estado llevando a cabo durante los últimos años y las que se podrían llevar a cabo en estos momentos.


      El problema del desempleo en España presenta características estructurales y, por tanto, no se puede esperar que la solución al mismo venga únicamente de la mano de políticas de demanda, orientadas a estimular la capacidad para generar empleo de nuestra economía. Las políticas de carácter macroeconómico juegan un papel importante en cuanto que favorecen la consecución de los equilibrios internos y externos, y permiten crear el clima adecuado para la creación de empleo.
    
    No obstante la solución del problema del desempleo en España requiere también de medidas de tipo microeconómico que favorezcan las condiciones que han de darse para que se generen más y mejores ofertas de empleo teniendo en cuenta que ello ha de producirse en una economía completamente integrada en la UE y en un contexto internacional cada vez más abierto al comercio, de ahí que ese objetivo sólo pueda lograrse mediante aumentos de productividad y , en general, en la mejora de la competitividad de la economía española. 
   Para ello, nuestro mercado labora exige no sólo la implementación de políticas de fomento al empleo destinadas a favorecer los sectores más competitivos y dinámicos, sino también a suplir ciertos fallos de mercado y a paliar situaciones de desigualdad social asociadas a su funcionamiento. Por ello los mercados laborales tienden a estar más intervenidos y regulados que el resto de mercados.


   En la actualidad, la Comisión Europea ha establecido cuatro principios básicos que debería reunir un sistema  laboral eficaz que combine la flexibilidad con la seguridad:

  •    La existencia de contratos de trabajo suficientemente flexibles que permitan acomodar  las necesidades de las empresas y de los trabajadores.
  •   El desarrollo de políticas activas de empleo eficaces capaces de fomentar la transición rápida desde situaciones de paro e inactividad hacia el empleo.
  •   El fomento de un sistema fiable de aprendizaje permanente que permita mejorar la carrera profesional y la adaptabilidad de los trabajadores.
  •   El desarrollo de regímenes de seguridad social modernos que aporten unos recursos adecuados, combinados con el fomento de la movilidad laboral.


    Las políticas específicas de mercado de trabajo se caracterizan por agrupar un conjunto de medidas que se pueden clasificar en "pasivas" y "activas".


  Aunque la importancia relativa del gasto presupuestario en las políticas pasivas es mucho mayor que la de las activas , en los últimos años la tendencia tanto en España como el conjunto de la Unión Europea es a la potenciación de éstas en detrimento de las pasivas que ven reducir año tras año sus partidas presupuestarias.


   Por lo que se refiere en primer lugar a las políticas pasivas, e principal tipo de medidas que se están aplicando en España persiguen una racionalización de los modelos de prestación por desempleo a efectos de aliviar sus altos niveles de gasto derivados de las prestaciones por desempleo.


  Con relación a las políticas activas, su peso ha ido aumentando progresivamente. Dentro de las medidas activas, el peso del gasto dedicado a los servicios del mercado de trabajo, a la integración de los discapacitados o a la formación sigue estando en España muy por debajo del gasto de los países de la UE-15. Todas las medidas que integran las políticas activas se pueden clasificar del siguiente modo:



  • Formación ocupacional: de dos tipos, destinados a los parados y a los ocupados.
  • Políticas de creación y fomento de empleo: pueden ser con incentivos económicos y sin ellos.
  • Creación directa de empleo en el sector público
  • Medidas a favor de iniciativas empresariales y creación de empleo: fomento del trabajo por cuenta propia, cooperativas y sociedades anónimas laborales, iniciativas locales de empleo, y capitalización de las prestaciones por desempleo.


     La firma del Tratado de Ámsterdam sobre la Unión Europea en 1997 por los países miembros, introdujo un nuevo título sobre el empleo para conseguir el objetivo de un alto nivel de empleo.
   Sin embargo en 2005 el Consejo Europeo rediseñó la Estrategia Europea para el Empleo en torno a ocho directrices específicas cuyo objetivo era la consecución de tres objetivos prioritarios en materia de empleo: el pleno empleo, la calidad y la productividad del trabajo y la cohesión territorial y la inclusión social.


   El acuerdo para Mejora de Crecimiento y el Empleo firmado en 2006 entre la administración, los sindicatos y los patronales, señalaba como fundamental impulsar un modelo de crecimiento económico equilibrado y duradero, basado en la competitividad de las empresas, el incremento de productividad y la cohesión social.




  Fuente de la información: La información de este artículo ha sido extraída del manual : "Temas De Economía Española"   4ºedición.Edt: Tirant Lo Blanch

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