La importancia del comercio internacional en la economía española es bastante destacable . En 2007 el grado de apertura exterior se acercaba al 60% del PIB; mientras que en 1964 era inferior al 17% lo que nos lleva a afirmar que la economía española ha realizado en los últimos cuarenta años un gran esfuerzo de internacionalización.
Evolución del comercio:
Las ventas de bienes y servicios al exterior significaron en 2008 un 26´5 por 100 del PIB mientras que en 1964 su participación rondaba el 8 por 100. Su evolución muestra un elevado crecimiento hasta la crisis del petróleo de 1973.
Por su parte,la importación de bienes y servicios significó en 2008 el 32´4 por 100 del PIB; mientras que en 1964 estaba alrededor del 8 %, desde el ingreso en las Comunidades Europeas en 1986, se observó un intenso crecimiento que duró hasta 1991. De este modo en las fases expansivas como las de 1986 y 1991, se observó un elevado aumento de la renta nacional que estimuló las importaciones. Pero de igual modo, la política devaluatoria seguida entre septiembre de 1992 y los primeros meses de 1995 influyó de forma desfavorable sobre la evolución de las importaciones.
Resultados del comercio exterior:
Las ventajas comerciales pueden se estimadas a través de diversos indicadores, destacando la utilización del saldo comercial, el saldo comercial relativo, el índice de contribución al saldo, etc...
Las ventajas en España se han manifestado esencialmente en los bienes de consumo, registrando desventajas en los productos intermedios y bienes de equipo. El impacto de la integración en las comunidades europeas se reflejó en una ligera mejora en los bienes intermedios y u empeoramiento en la posición de los bienes de consumo.
Gran parte de la ventaja comercial española se ha centrado en sectores tradicionales, calificados como de baja intensidad tecnológica ( materiales de construcción, cuero y calzado, productos metálicos etc.), aunque también se han advertido en algunos productos de intensidad tecnológica media, en una actividad productiva predominan las ventajas basadas en economías de escala como es el caso de la industria del automóvil, o el refino de petróleo. Sin embargo, el deterioro de las cuentas exteriores y la pérdida de competitividad se han manifestado también en las ramas de actividad que de ofrecer ventajas, han pasado a mostrar una posición deficitaria en los últimos años.
Las ramas que han manifestado menos ventajas en este sentido, han sido la más intensivas en tecnología, lo que es una prueba de la debilidad tecnológica de la economía española; y las relacionadas con el sector energético, clara expresión de la insuficiencia de la dotación de recursos. Aunque merece la pena destacar el importante cambio en los bienes de intensidad tecnológica media y baja, al pasar de tener ventajas a desventajas, siendo especialmente destacable los casos de textil y confección, madera y corcho, papel y artes gráficas, y , productos metálicos.
Los servicios en el comercio exterior de España:
El proceso de internacionalización también ha abarcado a los servicios, cuya participación en el comercio exterior se va ampliando progresivamente. Ello a pesar de ser, en general, un sector que se ha considerado poco abierto o de baja comercialización, debido a varios factores, como la propia naturaleza de los servicios, o la intervención pública en el sector.
A pesar de esto se han producido algunos cambios que han permitido su comercialización internacional, entre los que destacan los avances técnicos, sobre todo el desarrollo de los transportes y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, y los procesos de liberalización d los mercados. La relevancia alcanzada por estos flujos en las relaciones económicas internacionales se refleja en la formación del Mercado Único de Servicios en la Unión Europea, o la creación del GATS.
En las exportaciones españolas de servicios destaca la partida turismo y viajes. El segundo lugar, aunque a considerable distancia, lo ocupan los servicios prestados a las empresas que han alcanzado un elevado crecimiento en los años más recientes, y el tercero, los transportes.
Por su parte, los principales pagos se deben a servicios a las empresas, transportes, y en tercer lugar, turismo y viajes. Estos capítulos representaron casi el 80 por 100 de las salidas de divisas por servicios en 2007.
En definitiva, podemos decir que los resultados del comercio exterior han sido favorables, mostrando las ventajas que tiene la economía española en estas actividades, aunque ello se debe esencialmente turismo y viajes, cuyo saldo positivo ha permitido compensar el tradicional déficit comercial en algunos ejercicios.De mayor relevancia ha sido el déficit en los servicios prestados a las empresas, muestra de una menor competitividad en una actividad con gran dinamismo en los intercambios internacionales.
Finalmente la rúbrica royaltíes y rentas de la propiedad inmaterial registrada desde 1993 los cobros y pagos de los derechos de explotación de patentes, marcas, modelos e inventos, que refleja los rendimientos por la cesión de activos inmateriales. La evolución de esta partida se ha saldado permanentemente con signo negativo, lo que es otra muestra de la debilidad tecnológica española.
Fuente de la información: La información de este artículo ha sido extraída del manual : "Temas De Economía Española" 4ºedición.Edt: Tirant Lo Blanch
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